quesos artesanos. sabor tradicional
Desde hace más de un siglo, nuestra familia ha encontrado en la leche de sus cabras no solo un alimento, sino una forma de vida.
Con manos sabias y un profundo respeto por la naturaleza, transformamos cada gota en la esencia de un producto que nutre el cuerpo, despierta los sentidos y perdura en la memoria.
Es el legado de generaciones que entendieron que el buen hacer no tiene prisa, y que el alma de las cosas sencillas es, muchas veces, lo más extraordinario
En el año 1900, nuestros bisabuelos dejaron Montefrío (Granada) para establecerse en el sur del Torcal, donde adquirieron una finca dedicada a la agricultura y la ganadería. Entre los animales del cortijo, las cabras ocupaban un lugar esencial. Su leche permitía alimentar a toda la familia, y como se decía entonces:
“En la casa donde había cabras, el hambre pasaba por la puerta, pero nunca entraba.”
Nuestra bisabuela, con la ayuda de sus hijas, comenzó a elaborar queso artesanal con la leche de su propio rebaño. Primero para consumo familiar: fresco o curado en cañizos, conservado en orzas con aceite de oliva para asegurar su duración durante meses.
Con el aumento del rebaño, también creció la producción de leche. Los excedentes permitieron vender los primeros quesos. Nuestro bisabuelo, conocido como “Malezas”, cruzaba a pie la sierra del Torcal por la Escarihuela, guiando sus mulos cargados de quesos. Llegaba a Antequera, donde vendía en la cuesta de los Zapateros a comerciantes y vecinos.
Décadas más tarde, nuestros padres, Alonso y Teresa, heredaron la tradición familiar. Nuestra madre aportó el conocimiento artesanal; nuestro padre, la capacidad comercial y el impulso emprendedor. Juntos fundaron en 1997 Quesos Sur del Torcal, una pequeña fábrica que producía quesos con leche de su propio rebaño.
Hoy, una nueva generación asume el testigo. Lo hace con el mismo respeto por el origen y el compromiso con la calidad.
Este nuevo proyecto nace como homenaje a nuestro abuelo
DON ALONSO MARTÍN
Elaboramos con paciencia, como lo hicieron quienes nos enseñaron. Sin aditivos, sin atajos, solo la verdad de lo auténtico en todo lo que hacemos
La tradición no es pasado. Es presente, trabajo diario y responsabilidad. Nuestro queso no solo alimenta sino que representa una forma de vida que queremos conservar y compartir.
Llévate el sabor de El Torcal a casa.